jueves, 4 de diciembre de 2008

Modestos y humildes, los argentinos, por Federico Bianchini


Modestos y humildes, los argentinos

"Estamos viendo cómo este primer mundo que nos habían pintado en algún momento como la meca a la que debíamos llegar, se derrumba como una burbuja y aquí nosotros, modestos y humildes, los argentinos, con nuestro proyecto nacional, estamos en medio de la marejada: firmes", dice la presidenta argentina Cristina Kirchner, en un discurso enérgico, hace poco menos de tres meses. Y, aún en ese momento, mediados de septiembre, cuando el conflicto financiero mundial no es más que algo que está empezando a suceder, las palabras suenan raras.
Hoy. El banco de crédito suizo anuncia el despido de 5.300 empleados. La ONU advierte que la crisis financiera podría afectar la respuesta mundial contra el HIV. El gobierno chino destina US$ 14.600 millones a entidades estatales para préstamos. Más de 47.000 trabajadores de la industria automotriz brasileña son obligados a tomar vacaciones. Y aquí, nosotros, modestos y humildes, los argentinos.
Dos meses atrás, a la tarde, suena el teléfono. Es el editor. Dice que estaría bueno publicar una nota sobre un proyecto de microcréditos que organiza la secretaría de trabajo de un municipio local. Un pueblo en el que viven unas 600 mil personas. "Hablá con el secretario, pedile que te cuente qué es lo que están haciendo. ¡Ah! Parece que, además, quería contarte otra cosa", dice.
Llamo. El secretario de trabajo del municipio local me pide que nos encontremos en un bar. No quiere hablar por teléfono. Supongo que teme que lo grabe. Me encuentro con él. Le pido que hablemos sobre el proyecto de microcréditos. "Sí. Después te lo cuento", dice y luego habla sin dejar espacio para preguntas o acotaciones. Parece angustiado.
"¿Sabés cuál es el problema? El gobierno nacional dice que no pasa nada. Que todo está bien, que estamos firmes ante la crisis. Pero acá las fábricas empiezan a suspender y a echar gente y nosotros tenemos que dar la cara. Lo peor es que si uno no reconoce que hay crisis no puede tomar medidas contra la crisis, porque la crisis no existe. Así que se sigue igual. No quieren mostrarse débiles, pero es absurdo. Estuve hablando con presidentes de varias empresas del parque industrial y las que no cesantearon personal, ya están consultando sobre los programas anticrisis", dice y luego sí, me cuenta sobre el proyecto de microcréditos.
Hoy, la presidenta argentina Cristina Kirchner indica segura: "Es ingenuo creer que hay países que no sufrirán coletazos de la crisis". Y la verdad es que uno se indigna. Cómo puede ser que nosotros, modestos y humildes, los argentinos, tan lejos de ese primer mundo que nos habían pintado en algún momento como la meca a la que debíamos llegar, estemos en medio de la marejada, pero no firmes, sino tratando, como podemos, de mantenernos a flote.

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